Lo primero que es evidente es la forma en que lleva su comunicación y liderazgo, distinto al estilo del presidente López Obrador, lo cual confirma que la Dra. Sheinbaum es la presidenta de México
Probablemente para muchos, 15 días sean pocos para emitir una opinion sobre el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, para mí, más que los días, sus acciones dicen mucho más que el tiempo en el cargo. En un periodo breve, la presidenta de México ha establecido un nuevo estilo de liderazgo basado en acciones que apuntan a un estilo de gobierno que promete ser refrescante y efectivo.
Lo primero que es evidente es la forma en que lleva su comunicación y liderazgo, distinto al estilo del presidente López Obrador, lo cual confirma que la Dra. Sheinbaum es la presidenta de México. La nueva mandataria es de un enfoque más sobrio y directo, evita las polémicas, lo que además de reflejar madurez política, permite centrar la atención en los asuntos importantes para el país.
La presidenta ha mostrado una habilidad considerable para mantenerse el foco en las prioridades nacionales, no se deja distraer por las controversias mediáticas que están a la orden del día o por disputas políticas innecesarias. Su enfoque pragmático es algo necesario para México y para hacer posible el segundo piso de la cuarta transformación. Otro aspecto que merece especial atención y reconocimiento es la rapidez y la eficacia con la que ha respondido a situaciones de emergencia. Su visita inmediata a Acapulco tras los estragos causados por del huracán John demostró su genuina preocupación por el bienestar del pueblo acapulqueño y guerrerense que sido golpeado por dos huracanes devastadores en poco menos de un año. Esta capacidad de rápida reacción y efectiva ante una crisis es fundamental porque construye confianza entre la población y demuestra que su gobierno está atento y preparado para enfrentar cualquier desafío que pueda surgir, sean naturales o de otra índole.
Puedo destacar además que, como primera mujer en ocupar la presidencia de México, la Dra. Sheinbaum no pierde tiempo en colocar temas de género al centro de la agenda nacional. Su compromiso con la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, la lucha contra la violencia de género y la promoción de los derechos de las mujeres marca en sú, un hito en la historia política del país. La creación de la Secretaría de las Mujeres es la mejor señal clara de que estos temas no serán asuntos periféricos, sino elementos centrales de su política nacional. Enfoque necesario desde la perspectiva de justicia social, pero además, también tiene el potencial de habilitar un desarrollo económico y social más equitativo y sostenible.
Un gobierno nuevo siempre tiene desafíos, el de la Dra. Claudia Sheinbaum es encontrar y mantener el equilibrio entre lo que funciona y la introducción de cambios necesarios. En este aspecto, pienso que la presidenta Sheinbaum ha demostrado una sensibilidad política impecable. Ha mantenido programas sociales exitosos de nuestro gobierno anterior, por el impacto positivo en la población más vulnerable y, por otra parte, ha introducido nuevas iniciativas que para abordar problemas persistentes como la corrupción, con la creación de la Secretaría Anticorrupción.
Su proceder equilibrado hace que la estabilidad se mantenga, y abre la puerta a mejoras significativas en la gestión gubernamental y en la calidad de vida de los mexicanos, sobre todo en un momento en que la democracia enfrenta desafíos en varias partes del mundo. En este sentido, ver a la presidenta Sheinbaum reafirmar su compromiso con los principios democráticos y los derechos humanos, su total respeto a las libertades de expresión, prensa y reunión, así como su promesa de no utilizar la fuerza del Estado para reprimir al pueblo, son un mensaje contundente de la salud democrática que gozamos en nuestro país.
Estos compromisos fortalecen a las instituciones democráticas y envían un mensaje positivo a la comunidad internacional sobre la dirección que México está tendrá bajo su liderazgo. En el frente económico, por ejemplo, la presidenta Sheinbaum ha dado señales más que positivas para impulsar el crecimiento y la estabilidad financiera del país. Su respaldo a la autonomía del Banco de México, que ataja a los augureros, comprueba su compromiso con una política fiscal responsable y eficiente, acciones que sumadas al fomento de inversiones tanto públicas como privadas, nos dice que estamos dando pasos en la dirección correcta. Todas estas medidas mencionadas tienen el potencial de generar confianza en los mercados, atraer inversiones y crear ambientes propicios para el desarrollo económico sostenible. Estoy seguro que sus acciones de gobierno se traducirán en mejores oportunidades de empleo y una mejor calidad de vida para los mexicanos, el sueño de todo un país.
En el ámbito internacional, debo señalar, en mi experiencia como Consul de México en Estados Unidos, que la presidenta ha mostrado una postura que combina los principios tradicionales de nuestra política exterior mexicana con un enfoque pragmático adaptado a la realidad de México. Su adhesión a los principios de no intervención y solución pacífica de conflictos hacen que México se mantenga en línea con su tradición diplomática. Lo anterior cobra fuerza cuando vemos su énfasis en fortalecer las relaciones con América Latina, el Caribe, Estados Unidos y Canadá, lo que demuestra una comprensión de la importancia estratégica de estas relaciones para el desarrollo y la seguridad de México.
Los primeros quince días de gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum han sentado las bases para lo que podría ser una presidencia consolidadora de la transformación. Estoy consciente que estos quince días son apenas el comienzo y que faltan muchos retos y desafíos por venir, pero la capacidad mostrada por nuestra Presidenta confirma que será capaz de mantener el impulso inicial, enfrentar crisis inevitables y convertirlos en oportunidades, así como traducir sus promesas en acciones concretas. En conclusión, este es un inicio prometedor.
POR: JORGE ARGÜELLES VICTORERO
COLABORADOR
@JORGEARGUELLESV