
Por Cronista Mike Gómez López
El Jardín Juárez de la Ciudad de Cuernavaca ubicado al norte del Palacio de Gobierno y frente al Teatro Ocampo en el Centro Histórico de la Ciudad de Cuernavaca, es el jardín que consideramos el más antiguo de la ciudad y en el que aún se encuentran registros de éste jardín desde el año de 1850. Sin embargo, éste lugar a través de su historia, nos platica que una vez tomada la ciudad de Cuernavaca por los españoles fue el primer jardín que se hizo de entonces, -cuando la Colonia-, ha tenido diferentes nombres, se le conoció como “El Jardín de la Cruz o “Paseo de la Cruz”, pues en el lugar en donde se encuentra el actual Quiosco habia una cruz, la cruz que para los españoles era la representación de su encomienda, la de la evangelización, (cambiar a la nueva religión a todos los nativos de éstas tierras); ya entrados algunos años, en la esquina de la calle Guerrero y Jardín Juárez o sea al oriente del edificio Bella Vista se construyó una iglesia llamada Santa Catalina, y debido a ésta capilla es cuando se le da entonces el nombre a este jardín como “Plaza Santa Catalina”; después, el Señor Ingeniero Rafael Barberi en el año de 1866 al levantar el primer plano de la ciudad de Cuernavaca para buscar la determinación astronómica se le encuentra su nombre como “Plaza Maximiliano”, obviamente por el nombre, se refiere a la época del Segundo Imperio Mexicano, del emperador Fernando Maximiliano José María de Habsburgo.
Ahora bien, después de lo ya comentado, la mayoría de nosotros los mexicanos nos referimos al centro (Plaza Mayor) como “zócalo”, sin embargo, quiero aclarar, que a partir del nuevo nombramiento al de la Plaza de Armas de la ciudad de México, fue como la de Zócalo, ya que a éste se le iba a construir un monumento y obviamente se le necesitaba construir su Zócalo, esto es:
Zócalo es el nombre que se le aplica a toda base de los monumentos, estatua o escultura, por consiguiente, la población en general le empezó a nombrar a las zonas centrales o Plaza Mayor de cada ciudad o pueblo, como Zócalo, y a la fecha a las partes centrales de nuestras ciudades les seguimos llamando de la misma manera.
Y continuando con nuestro relato del Jardín Juárez, encontramos que una vez más le es cambiado el nombre en tiempos de los liberales contra los franceses poco después del año de 1857 al de “Plaza de la Constitución” y por si fuera poco, ya en la consolidación de la nación como república, en 1884 se le llamó “Paseo de Benito Juárez” y por último, derivando de nuestro Honorable Benemérito de las Américas, dándolo a conocer como “El Jardín Juárez”, y que es como lo conocemos actualmente.
En el año de 1881, el Jardín Juárez comenzó a sufrir muchos arreglos más modernos para la época, y quién tuvo la mayor parte de influencia para esto fue la familia del señor Ángel Pérez Palacios que vivía enfrente del lado norte del Jardín, en la casa que hoy es el edificio Bellavista. En 1890 durante el gobierno de Jesús H. Preciado y siendo Director de Rentas del Estado de Morelos Manuel Ríos y Peña, cambian el enlosado del piso, se derriba el pequeño y no menos preciado quiosco morisco que para ese entonces tenía el jardín, para instalar el nuevo, elegante y ahora ya famoso “Quiosco del Jardín Juárez de Cuernavaca”, que se dijo que fue traído de Inglaterra, según informe de gobierno “Memoria Administrativa (Mejoras Materiales)
presentada al H. XII Congreso por el Gobernador Constitucional Jesús H. Preciado, 1890 – 1891 de fecha 10 de Abril del año de 1892″ (foto digital -Memoria-)*, y en el cual, no se menciona en lo más mínimo al Ingeniero Alexander Gustave Eiffel, por consiguiente, podemos decir ¡que no existe ninguna referencia o mención de haber sido diseñado o elaborado por el ingeniero Alexander Gustave Eiffel! Esta errónea definición e información aparece en los medios de comunicación y en páginas de redes sociales supuestamente como dato oficial a partir del año 2000 por causa de alguna mala información desvirtuada o mal interpretada de aquella fecha, e incluso por una investigación e interpretación errónea de los sellos encontrados en cada una de las columnas del Quiosco, y por supuesto dando lugar a crear apariencias acertadas ante el Gobierno del Estado de Morelos y el H. Ayuntamiento de la Ciudad de Cuernavaca; para explicarles al respecto: lo que sucedió es que en aquella época, en la modernidad, las estructuras eran de hierro, muchas estructuras alrededor del mundo eran elaboradas prácticamente del mismo material, pues es lo que estaba de moda en las bioconstrucciones, además de la diferencia de medidas como lo son el sistema de medida por Pulgada, Pies (las del Quiosco) a las del Sistema Métrico Decimal (Imperial), la letra encontrada “A” en los sellos que contiene cada una de las columnas del Quiosco creyendo que corresponde a Alexander Gustave Eiffel, siendo que en realidad los sellos especifican que el Quiosco proviene el diseño directo de la Compañía Fundidora Glasgow (Ref. 1), también estos sellos marcan que és diseñado y patentado artísticamente por el Arquitecto Alexander ´Greek´ Thomson (Ref. 2), por consiguiente, alguien y reitero, alguien y erróneamente le da la aseveración de haber sido diseñado por el francés Gustave Eiffel y realmente el Quiosco es de origen Escocés, proveniente de la ciudad de Glasgow en Escocia del Reino Unido que forma parte de la isla de Gran Bretaña, ciudad altamente reconocida como una de las más industriales en la fundición para la elaboración de barcos, trenes, motores, edificaciones hechas de hierro, puentes, fuentes y templetes o quioscos de música (Ref. 3). Referente a las antiguas bancas de mampostería de cal y canto también fueron cambiadas por 16 bancas de hierro fundido, y éste logro fue gracias al dinero recaudado por un grupo de jóvenes de la ciudad de Cuernavaca que estuvieron presentando funciones de teatro para éste fin, después, éstas mismas bancas que ahora están guardadas en el Jardín de la Borda del lado del “Jardín de las Rosas”, también fueron sustituidas por otras de fierro fundido y en mucha mayor cantidad de ellas que sirvieron para la inauguración del ferrocarril en el año de 1897, y una vez más, éstas por las que conocemos en la actualidad las “bancas republicanas”, a toda esta remodelación y embellecimiento del Jardín Juárez se reformó el alumbrado del Jardín poniéndole 12 faroles con columnas de hierro fundido que sustituyeron a los famosos de madera que sostenían los faroles, los cuales éstos después fueron sustituidos por los famosos postes de alumbrado de gas y a su vez también sustituidos por los faros arbotantes de luz de arco eléctrico de carbones, y por último en su época, la construcción de las dos fuentecillas de carrete.
Gracias a las fotografías que quedaron en nuestra historia han servido para dar testimonio de todo esto, así podemos apreciar y saber de su existencia.
REFERENCIAS
1- Fundidora Sarracena* mejor conocida por el nombre de Possilpark Glasgow- siendo su principal la compañía fundidora “W MacFarlane & Co. Ltd, fundada por el propietario Walter MacFarlane.
MacFarlane fue el más importante manufacturero de forjado de hierro artístico en Escocia.
The Saracen Foundry was the better-known name for the Possilpark, Glasgow–based foundry company W MacFarlane & Co. Ltd, founded and owned by Walter MacFarlane. MacFarlane’s was the most important manufacturer of ornamental ironwork in Scotland.
2- Alexander Thomson más conocido como Alexander “el Griego” Thomson (9 de abril de 1817 – 22 de marzo de 1875) fue un eminente arquitecto escocés y teórico de la arquitectura, catalogado como pionero en la bioconstrucción.
Con énfasis en la utilidad artística y la elegancia, la firma (la fundidora de Glasgow) produjo los patrones en masa diseñados por destacados arquitectos de Glasgow como James Sellars, John Burnet y Alexander ‘Greek’ Thomson.
Aunque su trabajo fue publicado en la prensa arquitectónica de su tiempo, fue poco apreciado fuera de Glasgow durante su vida. Únicamente su reputación histórica en sus diseños y trabajos crítica ha revivido en la década de los cincuenta y década de los sesenta.
Alexander “Greek” Thomson (9 April 1817 – 22 March 1875) was an eminent Scottish architect and architectural theorist who was a pioneer in sustainable building. Macfarlane’s specialized in the production of drinking fountains, bandstands, lamp standards, pre- fabricated buildings and architectural crestings and ornament.Macfarlane’s specialized in the production of drinking fountains, bandstands, lamp standards, pre- fabricated buildings and architectural crestings and ornament.
Macfarlane’s specialized in the production of drinking fountains, bandstands, lamp standards, pre- fabricated buildings and architectural crestings and ornament.
With the emphasis on artistic utility and elegance, the firm (Fou dry of Glasgow) mass-produced patterns designed by prominent Glasgow architects such as James Sellars , John Burnet and Alexander ‘Greek’ Thomson.
Although his work was published in the architectural press of his day, it was little appreciated outwith Glasgow during his lifetime. It has only been since the 1950s and 1960s that his historical reputation in his desings and critical works has revived.
3- Un templete o quiosco de música es una construcción festiva, típica del siglo XIX y principios del siglo XX, siendo una estructura circular o semicircular ubicada en un parque, jardín, o embarcadero, diseñado para acomodar la ejecución musical de las bandas en los conciertos al aire libre.
Muchos templetes en el Reino Unido se construyeron en la era Victoriana cuando el movimiento Británico brass band (bandas) ganó relevancia.
Los parques donde se encuentran la mayoría de los quioscos de música, fueron creados en respuesta a la revolución industrial, cuando las autoridades locales se dieron cuenta del empeoramiento de las condiciones en las zonas urbanas, significaba que había una creciente necesidad de espacios verdes y abiertos donde el público en general pudiera relajarse. Los primeros quioscos de música en Gran Bretaña fueron construidos en los jardines de la sociedad de la Royal Horticultural, de South Kensington en el año de 1861, por consiguiente, los quioscos de música (bandstand) rápidamente se hicieron muy populares y que fueran considerados como una necesidad en los parques a finales del siglo diecinueve.
A bandstand is a circular or semicircular structure set in a park, garden, pier, or indoor space, designed to accommodate musical bands performing concerts. A simple construction, it both creates an ornamental focal point and also serves acoustic requirements while providing shelter for the changeable weather, if outdoors.
Many bandstands in the United Kingdom originated in the Victorian era as the British brass band movement gained popularity.
The parks where most bandstands are found were created in response to the Industrial Revolution, when local authorities realized worsening conditions in urban areas meant there was an increasing need for green, open spaces where the general public could relax. The first bandstands in Britain were built in the Royal Horticultural Society Gardens,South Kensington in 1861. Bandstands quickly became hugely popular and were considered a necessity in parks by the end of the 19th century.
* Sarraceno, na adj. y s. Nombre que daban los cristianos de la Edad Media a los árabes o a los musulmanes de Europa y África.
La etimología del término de la palabra es confusa. El DRAE recoge que la palabra castellana «sarraceno» deriva de la latina sarracēni, y esta de la aramea rabínica sarq[iy]īn, que significa «habitantes del desierto» (de srāq, «desierto»). Otras fuentes la hacen derivar del término griego Σαρακηνός (transcripto sarakenós), y este del árabe شرقيين (transcrito sharqiyyin), que significa «orientales».
CIUDAD FANTASMA
En la ciudad de Cuernavaca y en tiempos de la Revolución, se ordenó una evacuación total de sus habitantes por órdenes del general Pablo González Garza* a causa del sitio de Cuernavaca por los carrancistas, y en el que se utilizaron trenes especiales para esta evacuación, teniendo una duración de dos a tres meses esta operación, y creando hasta cierto punto un modo de vida durante este tiempo dentro de la estación de ferrocarriles, el último tren salió de la estación el 11 de Febrero de 1917, y convirtiéndose poco a poco la ciudad de Cuernavaca en una ciudad fantasma, provocando todo este hecho, que la ciudad se convirtiera en un gran peligro para todo aquel que se haya quedado o llegara de visita. A las calles de la ciudad le creció la hierba y en demasía, muchas casas fueron saqueadas, quemadas, incluso, los animales que quedaron a la deriva dentro de ella, como el caso de los perros, de más a más hambrientos, se volvieron feroces y convirtiéndose en una gran amenaza para cualquier persona que se adentrara a la ciudad.
En el mes de Diciembre del año de 1918, el ejército de Oriente comandado por el General Carlos Tejeda entra a la ciudad, y en el Quiosco del Jardín Juárez de Cuernavaca se empiezan a dar las reseñas musicales tocadas por las bandas de diez tropas federales de distintos regimientos, y cada uno de ellos hace su presentación musical turnándose durante todo el día, para así lograr un mejor ambiente y que las personas regresaran a habitar con confianza la ciudad de Cuernavaca, y es cuando se dá la repoblación de la ciudad de Cuernavaca. De ahí en adelante, la modalidad de las reseñas musicales se llevaría a cabo hasta la actualidad en el “Quiosco del Jardín Juárez”.
*Pablo González Garza es el revolucionario claro – obscuros que para muchos es héroe y para otros villano.
QUIOSCO O KIOSCO
Ortografía y etimología
El DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) prefiere la utilización de “q” para la letra inicial de “quiosco”, aunque admite la utilización de la letra “k” (“kiosco”). La palabra original de la que deriva es kōšk, que significa “pabellón” en pahlavi; y ha llegado al castellano a través del francés kiosque, que a su vez la tomó del turco köşk, y éste del persa košk.
PROCEDENCIA Y VIAJE DEL QUIOSCO
El quiosco fue traído de la Isla de Inglaterra de la ciudad de Glasgow, Escocia, Reino Unido en el año de 1888 por órdenes del entonces Gobernador Jesús H. Preciado y el director de rentas del estado Don Manuel Ríos y Peña.
Francisco Balmori y que se le conocía como “El Rucio”, transportista español, fue quien estuvo a cargo del traslado del quiosco vía terrestre, y que de el entonces según la historia cuenta, pasado algunos años del transporte del quiosco, Francisco Balmori cada vez que pasaba frente al Quiosco se expresaba con malas palabras a causa de un accidente que tuvo una de las mulas que cargaba parte de las piezas del Quiosco, pues se había desbarrancado, haciendo ésta labor de traslado con más dificultad y atrasando el tiempo de su traslado.
DETALLES DEL QUIOSCO Y DEL JARDÍN
Actualmente en el quiosco existe una placa en bronce que conmemora el natalicio de Benito Juárez con fecha de 1906, y de esta placa se elaboraron varias copias que aún se conservan en los palacios de gobierno, estatales y municipales, la placa original estuvo resguardada en el Palacio de Cortés hasta el año de 1972, y cuando el Palacio de Cortés pasa a ser “Museo Cuauhnahuac” desaparece la placa original, curiosamente años más tarde, en 1987, encuentran en un depósito de fierro viejo de la ciudad la placa original, y entonces se toma la determinación que fuera colocada honorificamente en el “Emblemático quiosco del Jardín Juárez traído de la Isla de Inglaterra para la ciudad de Cuernavaca”.
“El Jardín Juárez” ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de Cuernavaca, con el paso del tiempo ha sufrido varias transformaciones, con la finalidad de convertirlo en un lugar digno para los cuernavacenses, y todos los morelenses, sobre todo para los turistas; éste emblemático lugar, es el lugar perfecto para sentarse en una de sus bancas, descansar, admirar sus edificaciones con mucha historia, conversar con el de a lado, darle de comer a las Palomas que también forman parte de este bello lugar, disfrutar de un licuado o esquimo, escamochas, elotes o esquites, hot-cakes y por si fuera poco, escuchar la exquisitez de la “Banda de Música del Estado de Morelos” los días Jueves y Domingos ¿y por qué no? bailar con tu pareja en la explanada del “Jardín Juárez”.
COMENTARIO
Zócalo viene de una copia que muchos habitantes de ciudades mexicanas provinciales tomaron al nombre popular que se le dio a la plaza de la constitución de la ciudad de México, debido a que mucho tiempo existió un zócalo (basamento) sin estatua… llamar zócalos a las plazas cívicas centrales es una muestra del centralismo existente en el imaginario mexicano (ninguna plaza cívica central se llama “zócalo” de manera oficial, aunque todo el mundo les diga así).
LOS JUGUEROS DEL QUIOSCO
Las alacenas bajo quiosco inicialmente servían como bodegas, en donde según los eventos que se presentaban en el Templete de Sonido (Quiosco) era el lugar donde almacenaban las sillas o bancos, carteles publicitarios e Instrumentos musicales o algún otro artículo que se utilizaba para dicho festejo o evento en el Jardín Juárez, dos de sus alacenas eran baños, éstos eran los que apuntaba al Noroeste y al sureste.
Familia Espinoza de los Montero
A finales de la década de los treintas llegan a la ciudad de Cuernavaca los hermanos oriundos de Puebla Manuel Moreno Espinoza de los Montero, Luis Espinoza Moreno de los Montero, y el Abogado José Antonio Espinoza Moreno de los Montero, éste último quien fuera uno de los abogados en llevar un litigio en defensa del Hotel Marik (Ahora Las plazas) y que poco tiempo después adquirirían la concesión brindada por el municipio de las alacenas bajo quiosco.
Manuel Moreno Espinoza de los Montero es quien puso el estanquillo de hielo “El Polar” en la alacena que da al sur del quiosco (El que apunta al Palacio de Gobierno), y los demás hermanos prestaban los otros locales para que se pudieran trabajar y tener cierta productividad tanto para ellos como para el quiosco, por consiguiente, el local que apunta al edificio Bellavista vendía artesanías, canastas y dulces artesanales como las charamuscas y trompadas, algunos años después casi a finales de la década de los cuarenta el Señor Manuel Moreno Espinoza de los Montero le cede el negocio de los hielos “La Polar” a la Señora Francisca Rodríguez que es quien le cambia el giro a éste, e inicia la venta de jugos, aguas machacadas de sabores pues no existían las licuadoras, Sabritas, también vendía dulces artesanales y cacahuates siendo la primera en vender lo relacionado a bebidas naturales de acuerdo a la época; Manuel Moreno junto con su hermano Luis Moreno entonces toman el local que apunta hacia lo que ahora es Bancomer (lado Noroeste, antes baño) y le dan la concesión a la Señora Rafaela Moreno Espinoza de los Montero y ella en el año de 1971 en el mes de Septiembre le cede el negocio a su hija María Luisa Martínez Moreno de los Montero actual propietaria de la juguería llamada ”El Encantito” junto con su hija Lilia Antonieta Valencia Martínez, el local opuesto a éste se lo dan a la Señora Felipa Castro teniendo el mismo giro de venta de productos que los demás.
Familia Contreras de la Cerda
Al término de la guerra cristera y huyendo por lo mismo de su ciudad Guadalajara llega a vivir a Cuernavaca el Señor Trinidad Contreras Bravo encontrando trabajo con el Señor Manuel Moreno Espinoza de los Montero que es quien a finales de los cuarenta le traspasa la concesión del local del quiosco que apuntaba al Hotel Plaza ahora Las Plazas y el local que apunta al Teatro – Cine Ocampo, durante ese tiempo Trinidad Contreras tuvo un intervalo en la que viajó a los Estados Unidos pensando en mejorar su situación económica, fueron tres años trabajando en el extranjero, y a mediados de los cuarenta regresa a Cuernavaca pero esta vez con más experiencia y con el conocimiento del uso de las nuevas máquinas para la elaboración de las famosas malteadas que él conoció de los restaurantes modernos donde llegó a trabajar durante su estancia en el país vecino de los Estados Unidos, se pone en contacto con su antiguo patrón y amigo Manuel Moreno explicándole su idea de poner el negocio de las malteadas en uno de los locales del quiosco y es cuando le dan el traspaso de dichos locales.
Para los primeros años de los cincuentas dos de los hijos de Trinidad trabajaban para el Señor Manuel Jiménez quien fuera el iniciador de la venta de jugos, aguas frescas machacadas y la famosa bebida Cerveza de Raíz en la ciudad de Cuernavaca.
La experiencia adquirida del Señor Trinidad Contreras en el extranjero, más la iniciativa de sus hijos Gabriel y Jesús bien conocidos como los güeros más la nueva tecnología que se empezaba a introducir referente al nuevo estilo de máquinas como lo eran las licuadoras que incluso ni marca tenían, lo impulsan junto con sus hijos a crear mezclas con frutas y sabores pero al estilo de las malteadas naciendo así los famosos esquimos y también por la variación de la leche más el huevo las famosas pollas.
Los jugueros del quiosco los primeros creadores de los esquimos y pollas, y se dan en la ciudad de Cuernavaca.
NUTRICIÓN ENERGÉTICA SALUDABLE EN EL QUIOSCO
Desde los inicios de la venta de las aguas sencillas en el quiosco eran las aguas de piña, papaya, sandía, melón, limón y el jugo de naranja sencillo y posteriormente a la llegada de las maquinas extractoras la venta de jugos de zanahoria.
Los esquimos y las pollas en especial las de sabor de rompope nunca faltaron de venderse en el quiosco de los cincuentas en adelante, pues eran los que le daban el señalamiento de tradición y originalidad al quiosco del Jardín Juárez.
En los primeros años de los sesentas surgen las clásicas escamochas(Ref.1) es el coctel que se elabora con casi toda la fruta picada con jugo de naranja y va todo revuelto, se da a conocer aquí en Cuernavaca como un coctel en forma al igual que el Mondongo que se servía en copa de cristal estilo tongolele pero ésta combinada con miel y granadina. Los setentas son los años en que se introducen los jugos combinados y preparados tales como los de zanahoria con betabel y jugo de jitomate o con apio, aguas de alfajor que son combinados de alfalfa, piña, naranja y endulzante como pingüica, guayaba o chía o en su caso azúcar o sustituto, le sigue La bomba que en el entonces era muy sencilla, llevaba leche, plátano, huevo, chocolate y cereal.
De los años ochenta en adelante los preparativos comienzan a ser más complejos y sofisticados sin haber perdido lo nutricional, más bien, ahora con una mayor variedad de frutas, verduras y cereales, haciéndolas a su vez preparados muy energéticos y pensados para todo tipo de personas en la que su salud requiere o sea solicitada por el bien de la salud del cliente.
Adentrándonos en los ochentas y hasta la fecha se viene una explosión de sabores de cocteles combinados de bebidas muy variadas y diversas cien por ciento naturales y nutritivas tales como El Nutrijugo, El Haití, La Tropicana, El Tropicool, El Cancun, El Azteca, La Conga, La Vitamina, El Dietenergético, El Tropijugo, introduciendo a su vez el Yogurt en sus diferentes combinaciones, de la misma forma Cactáceas como el Xoconostle, El Nopal, La Sábila que funciona muy bien para los diabéticos, El Apio, El Perejil y toda esa clase de nutrientes que sirvan para la salud del cuerpo, todo esto y más integradas en el menú de los Jugueros del Quiosco.
Ref.1.- Típica de Guadalajara del siglo XX, escamocha es una palabra que no le hace demasiado honor al antojo que se le designa. De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (Escamocho, en masculino se define como “sobras de la comida o bebida” más popularmente la palabra designa un revoltijo de hierbas y como se trata de una mezcla de varias frutas la gente sencilla tomó por llamarle de esta forma.
LOS LUSTRADORES DE CALZADO
y sus ya 60 años de existír en el Jardín Juárez de Cuernavaca.
La Unión de Lustradores de Calzado de la Ciudad de Cuernavaca, A. C., fundada a partír del año de 1960 y protocolizada ante el Notario Público número 3 el Lic. Rosales Piña, representada por el Secretario General el Sr. Alberto Corripio Bolear quien empezó a trabajar en el oficio de lustrado de calzado a la edad de 9 años; y és desde el año de 1978 el líder de la Unión de Lustradores de Calzado, integrada por 50 trabajadores y ubicados en distintas partes de la ciudad, como años atrás en la Plaza de Armas que actualmente se llama Plaza de Armas Emiliano Zapata Salazar, el jardín San Juan, el Palacio de Justicia y otros puntos de importancia de la ciudad, pero principalmente y muy conocidos y solicitados en nuestro emblemático Jardín Juárez de Cuernavaca, aunque a partír de la administración gubernamental del sexenio 2012 – 2018 se vieron en la necesidad de retirarse 20 compañeros de trabajo por motivo de la remodelación de la Plaza de Armas de Cuernavaca, la Asociación surgió hace poco más de 80 años, con algunos lustradores que trabajaban bien organizados, y después se registraron como organización, la cual y por la legalidad, les otorga beneficios al estar respaldados por las autoridades.
De los iniciadores de la fundación de la Unión de Lustradores de Calzado, A..C. se encontraban los Señores Margarito Cardo Blancas, Eufemio Ramírez, Fransísco Ruíz, Luis Macedo, Eusebio Corripio (Padre de Alberto) y Manuel Hernández.
Conforme al Reglamento lnterno de trabajo de los lustradores de Calzado, que és la que los rige para tener una disciplina y una organización de vida para poder salir adelante, sus labores de servicio es de todos los días con o sin lluvia, frío o soleado e inician formalmente a las 8:00 de la mañana y terminando a las 19:00 horas, (siete de la noche), sin embargo, al ser un trabajo personal y propio, tienen la libertad si así lo deséan de salir o retirarse más temprano de su lugar de servicio o quedarse a trabajar por más tiempo, no obstante, la responsabilidad y obligaciones para con la familia, siempre cumplen con el servicio de lustrado de calzado que se dá en el Jardín Juárez.
Cuando los Lustradores de Calzado se establecieron en el Jardín Juárez, fueron primeramente apoyados y sin ningún interés económico o comercial por la empresa cervecera La Corona, hoy conocida como la Cervecería Modelo, autorizado por los Señores el Lic. Antonio Ocejo Ocejo y el Sr. José Jiménez, con mobiliario y equipo, como cajones de madera y sillas plegables, de igual manera, cuando la Presidencia Municipal de Cuernavaca en el trienio 1967 – 1969 siendo el Alcalde el Ing. Felipe Rivera Crespo les otorgó en común acuerdo con todos los Señores lustradores de calzado la donación de 30 módulos y de bancas como hasta la fecha se ven en el Jardín Juárez.
Por la fama del lugar que tiene el Jardín Juárez y que muchas personas visitamos, nunca falta el aprovechar para que le den servicio de limpieza y lustre a nuestros zapatos, hay quienes nos sentamos, leemos una revista o periódico que muy amablemente los señores lustradores nos proporcionan, e inclusive entablar una bonita y amena charla y prácticamente casi de cualquier tema, otros clientes nadamás llevan por separado el calzado o algún otro artículo de piel para servicio de limpieza, brillo o de entintado.
Alberto Corripio Bolear lustrador de calzado en el Jardín Juarez como todos los demás de sus compañeros, sus hermanos Leobardo y Mario Corripio, Raul Cruz, Antonio Cervantes, Emiliano Garrido y todos ellos, han tenido el fortunio de dar lustrado de calzado a grandes personajes como al Lic. Rodolfo López de Nava (gobernador del estado 1952–1958), a Don Antonio Riva Palacio López (Gobernador Constitucional1988-1994), Lauro Ortega Martínez (Gobernador Constitucional 1982-1988) y así sucesivamente a varios más de la política, otros gobernadores, diputados, senadores, etc. y a uno que otro personaje del séptimo arte, en fin, de todo.
Como organización que son, su lema es:
Al cliente se le debe atender de forma educada y cortés y satisfacción en el servicio de lustrado, nuestra clientela debe recibir lo mejor de nosotros mismos, – se le ofrece el periódico para leer, y si se presta, nos echamos una plática del tema que salga- y por supuesto, defender sus derechos conforme a su reglamento interno de la asociación.
Reciben apoyo en uniformes, sillas de trabajo y aceptan todo tipo de publicidad que puedan colocar en sus módulos de trabajo.
Pese a la dificultad que es llevar el sustento a casa, la situación económica por el incremento de los precios del comercio en general, los Lustradores de Calzado, se han sabido superar y conservar adecuadamente como buenos ciudadanos cuernavacenses, incluso, al transcurrir los años y gracias a la dedicación y entusiasmo más perseverancia, hasta darles carreras a sus hijos y edificar una casa han logrado.
El lustrado de calzado es un arte, y a lo largo de más de 60 años han sacado brillo a zapatos de toda clase en El Emblemático Jardín Juárez de Cuernavaca.